MANIFIESTO POR UNA ECONOMÍA SOLIDARIA

En estos días se difundió el Manifiesto Internacional por una Economía Solidaria, un documento que promueve un nuevo pacto a nivel mundial en apoyo a una economía al servicio de la vida y los pueblos. Lleva la firma de cien investigadores, profesores e instituciones estatales de África, América del Norte, América Latina, Asia y Europa y será difundido por la edición impresa de Le Monde Diplomatique de Francia junto con otros diarios de tirada nacional de todo el mundo.



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EQUIDAD DE GÉNERO

Cuando pensamos en proyectos de economía social y solidaria se nos vienen a la mente un montón de imágenes donde las principales protagonistas son mujeres. En tareas en el campo, en la producción de alimentos, en la fabricación de prendas de vestir, en los puestos de las ferias, generalmente las encontramos a ellas. Las mujeres han enfrentado las mayores crisis económicas que ha tenido nuestro país, saliendo a la calle a organizar comedores, armar estrategias para generar ingresos y movilizándose.


“Según el informe Aportes para el Desarrollo Humano en Argentina 2011 del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, la participación de las mujeres en el ámbito económico y en el mercado laboral aumentó, aunque dicha participación aún manifiesta ciertas dificultades dado que las mujeres continúan siendo las principales responsables de las tareas reproductivas y domésticas. Esto lleva a que las mujeres ocupen puestos de trabajo de poca carga horaria que, por lo general, son precarios y mal remunerados, lo que opera como un condicionamiento en su ascenso laboral.”

¿Qué hacemos las organizaciones de la economía social y solidaria?

Promovemos prácticas de participación democrática, donde lo que se busca es satisfacer las necesidades que permiten la reproducción de la vida de las personas. La práctica democrática implica el principio de la igualdad entre varones y mujeres. A su vez, dentro de sus principios encontramos el marco en el cual todas y todos sus integrantes puedan desarrollarse sin ningún tipo de discriminación, incluida la de género. El género es una construcción social en el cual nos reconocemos social e individualmente, hay identidades de género auto percibidas que debemos respetar

COMUNICACIÓN DEMOCRÁTICA

La comunicación construye nuestra realidad. Las organizaciones de la comunicación popular, todos los días y desde cada rincón, construyen el mensaje de que otro mundo es posible. Radios y televisoras comunitarias, revistas independientes, barriales y culturales nos cuentan en todo el país que “otra economía es posible”.

Si la comunicación es un negocio, las noticias son mercancías que se compran y venden en el mercado. La comunicación es un derecho humano y no una mercancía.
En los últimos diez años, se democratizó el acceso a la informática y la conexión a internet. Se expandió la telefonía celular mediante dispositivos que, además de tener un micrófono y un auricular, mandan mensajes, se conectan a internet, sirven para escuchar radio, almacenar música y sacar y compartir fotos. Estos cambios transforman la percepción de la realidad, la forma de vincularnos entre personas y los mecanismos del mercado para segmentar la población por partes y ofrecernos los productos de nuestro interés.

La Economía Social y Solidaria en el escenario digital y mediático

La expansión tecnológica modificó el negocio de las distribuidoras de servicios y contenidos. Hoy el sector avanza en la convergencia tecnológica, donde se juntan internet, telefonía (fija y móvil) y también la distribución del servicio de televisión paga. Las empresas capitalistas del sector acaparan la cobertura de las grandes ciudades y sus periferias, donde está la crema del negocio, al tiempo que también participan en la producción de contenidos.